Reseña: Enola Holmes y el Caso de la Dama Zurda (#2)

Libro: Enola Holmes y el Caso de la Dama Zurda

Autora: Nancy Springer

Link a todas las reseñas de la saga: Los Misteriosos Casos de Enola Holmes

 Tal y como dije he continuado con esta saga que espero no abandonar hasta terminarla. De modo que hoy afronto el segundo de los libros. 

A diferencia de lo que sucedía con el primero, el segundo nunca lo había tocado, de modo que esta ha sido una primera lectura, y como tal, tendrá todas las impresiones que me ha dado de forma genuina. Como en la anterior, estará dividida en dos partes, la segunda conteniendo spoilers. Quedan advertido.

Lo primero a señalar de esta segunda obra es que se puede encontrar una cierta madurez. Si bien en el primer libro se puede encontrar una Enola Holmes es más niña descubriendo el mundo, aquí ya se puede ver una Enola más adulta, propia de la vida que le está tocando vivir. Al mismo tiempo, empieza también a ser también un personaje más... Holmes, entiendo un personaje racional, como se puede uno imaginar a raíz de sus hermanos.

También son maduros los temas que toca; al menos se vuelven maduros incluso a pesar de ser vistos desde las perspectivas de Enola, que hay que olvidar que tiene catorce años. Nuevamente, Enola nos hace partícipes de los problemas de la sociedad en la que vive, y esta vez, con algo más de experiencia más que de historias que ha podido escuchar.

Por otro lado, algo que también he disfrutado de este libro y que no me pasaba tanto con el otro, era el caso. En el anterior el caso parece ser una mera excusa para meterte a Enola siendo un personaje brillante, siendo que su importancia queda reducida al último tercio del libro, sin contar la breve introducción que se nos da por el medio de este.

En el Caso de la Dama Zurda encontramos que ya desde las primeras páginas del libro, desde el primer capítulo básicamente, se nos introduce el caso. Y este se va desarrollando a medida que se desarrolla el mismo conflicto de Enola. Van a la par, algo que me parece bastante positivo, porque no sentí que se quedara estancado.

Como me pasó en el libro anterior, la lectura se me hizo amena, prácticamente en un día me lo terminé, y me quedé con las ganas de seguir leyendo, pero me decidí a parar para escribir sobre ésto. Debido a que es una saga prefiero realizar las reseñas antes de seguir leyendo el siguiente tomo.

Informo que a partir de este punto hablaré de la novela sin mirar en que pueda caer en spoilers.

Quisiera empezar esto dejando claro el hecho de que no he tocado el tercer libro para nada. ¿Por qué repito ésto? Desconozco si en el tercer libro aparecerá Lady Cecily, pero debo confesar que es un personaje que me ha caído bien. A diferencia de Tewky, que reconocía que sería más complicado que pudiera salir en el futuro por el hecho de que vivía algo alejado de Londres, siento que me gustaría ver a Lady Cecily en el futuro. Sin embargo, debido a la idea constante que no se deja de repetir sé que no sucedería. Enola siempre tiene que estar sola. Y lo entiendo. Es la historia de los hermanos Holmes, más o menos.

Por otro lado, debo reconocer que el personaje de Sherlock me ha gustado más que en el primer libro, y en cierto modo me gusta verle tan perdido, a menos de manera ligera: Siento que se está haciendo demasiado hincapié en la brecha que existe entre hombres y mujeres. O sea, Sherlock puede ser todo lo racional que quiera y criticar el hecho de que la mujer se deje llevar más por lo sentimental; pero en cierta manera Sherlock también debería saber que a su madre le gustan las flores, también debería haber visto ello en el cuaderno de Enola, no sé... siento que se está quedando atascado en algo que no corresponde; que igual también es posible que se deba a esa melancolía que recalcan tantas veces que padece.

De Mycroft no se puede decir nada porque apenas se le ve el pelo.

Sobre Enola, la protagonista de estos libros, decir que veo que está madurando demasiado rápido. Teóricamente, entre el primer libro y el segundo apenas han pasado seis, siete meses. Y Enola ya ha evolucionado como personaje lo suyo. Sin embargo, parándome a pensar en la época en la que vivía, y en las condiciones en las que lo hace, lo veo lógico. O madura o se queda atrás, y es algo que Enola no puede permitirse.

Por otro lado, siento también que a veces se abusa, con Enola, del recurso de la "niña que nunca ha visto el mundo exterior" para que se sorprenda de algunas cosas, en su mayoría, me hace pensar, para evitar tocar determinados temas, o para no perderse en una explicación que pueda desviar el interés del lector; aún así, a veces se ve el desconocimiento de Enola como algo bastante conveniente. 

En resumen, como he dicho antes, me he disfrutado de la lectura, y me ha gustado bastante el salto que ha dado del primer libro a este segundo. El encuentro final de Enola con Sherlock sólo me hace pensar en qué habrá preparado en el tercer libro, y qué nuevo rumbo tomará esa relación.