martes, 1 de junio de 2021

Reseña: Sombras de Identidad (#5)

 Título del libro: Sombras de Identidad

Autor: Brandon Sanderson

Otras reseñas: Saga Mistborn/Nacidos de la Bruma [Era 1 y 2]

Este libro ha sido bastante intenso, al menos, intenso para mí en el estado mental en el que me encuentro de sentir cierta ansiedad relacionada en los temas políticos. Y este libro está cargado de política.

Sombras de Identidad es el quinto libro de la saga Mistborn, perteneciente a la segunda era. Por ello, no deseo dar demasiados detalles acerca de la trama, pues sería spoilear prácticamente dos series de libros. Sombras de Identidad es un libro que para usar la magia y la fantasía como una excusa para hacer un libro de política.

No es un secreto que la política es un tema importante en estos libros, sin embargo, siento que en cierta manera en este concretamente pasa a ser un tema central. Los temas de la corrupción, los micromachismos, la discriminación, los odios religiosos, la manipulación de las masas... Hay muchos elementos de este estilo y prácticamente el que los personajes puedan usar metales para saltar de una punta a otra de la ciudad es casi anecdótico (cosa que es normal, quiero decir, hasta nosotros como lectores nos hemos acostumbrado a que exista eso en Mistborn), pero también pasa a ser casi anecdótico que existan seres que han vivido casi tanto como la propia humanidad, o que Wax hable con dios (y lo pongo así para no hacer ninguna clase de spoiler... más o menos, porque es algo que también sucedió en el Aleación de Ley).

A su vez, también se plantean unas enormes preguntas filosóficas como puede ser el libre albedrío, ya no solo en humanos, sino en otras criaturas que existen en este universo, o la omnipotencia de dios. (Uso dios en minúscula para referirme a un dios cualquiera y no a ningún dios específico). ¿Si dios es tan omnipotente por qué deja que ocurra determinadas cosas? ¿Hasta qué punto tiene permitido dios actuar en su creación, y qué implicaciones tiene esto?

Me paro a reflexionar sobre todo esto y siento que mi cabeza va a explotar. No sé si lo he dicho en otras entradas, pero yo soy graduada de filosofía, de modo que encontrar estos asuntos en un libro así, y que lo plasme tan bien es una verdadera delicia. 

Y no he hablado nada de los personajes. No considero que Sombras de Identidad sea un libro que se pueda explicar bien hablando de sus personajes (que son los mismos que se conocieron en el libro anterior, con el agregado de varios de ellos para llenar aun más ese mundo). Los personajes en este libro siento que sencillamente pasan por la historia. Ellos se han visto empujados a esa historia y sencillamente se han dejado llevar como buenamente podían con lo que sabían. Este pensamiento, desde luego, se ve manchado por lo dicho anteriormente. La posición de dios en este libro está siempre presente, aunque no te das cuenta hasta ya el final de la historia.

Entre las muchas cosas que he disfrutado del libro hay una que no puedo pasar de mencionar: En esta segunda era se ve la primera era como esa época de los grandes cambios, y movimientos grandes, tan grandes, son impensables. No puedo evitar extrapolarlo con la actualidad, que vemos los cambios que se produjeron hace tiempo y no podemos evitar pensar que cosas así nunca sucederán hoy en día. Es todo tan humano.

También debo advertir que hay cientos, CIENTOS, de momentos que te dejen sin palabras. Tiene cientos de giro, tiene cientos de planteamientos, tiene cientos de cosas que suceden y que cincuenta páginas después caes por qué ha sucedido, qué implicaciones tiene y cómo repercutirá en el futuro. Sin duda este no es un libro que sufra el famoso síndrome del segundo libro malo que sirve como puente para el desenlace del tercero. (Aunque debo confesar que cuando conocí Mistborn conocía que eran dos trilogías y ahora sé que se va a publicar un cuarto libro dentro de esta segunda trilogía, e igual eso tiene mucho que ver... No lo sé. ya lo pensaré cuando lea el tercero)

No puedo decir que ha habido una evolución de los personajes (hablando principalmente de los protagonistas -Wax, Wayne y Marasi-), al menos, no por como han terminado. Las relaciones entre ellos... bueno, sí, eso han mejorado, pero se puede decir que ha sucedido fuera de cámaras... Menos una, y, nuevamente... la mirada de dios sobrevuela esa en concreto.

Desconozco qué va a suceder en el sexto libro de Mistborn (tercer libro de esta segunda era), y más cuando Brandon Sanderson anda escribiendo el séptimo libro de la saga y continuará con esta segunda era. Por el momento, puedo decir sin dudarlo que leer este libro, pese a su intensidad y mi estado mental, ha sido todo un goce.

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