Libro: Aleación de Ley
Autor: Brandon Sanderson
Otros reseñas sobre libros del autor: Reseñas de la Saga Mistborn
Aleación de Ley es el cuarto libro de la saga Mistborn (o Nacidos de la Bruma en español), o también el primer libro dentro de la segunda era de Mistborn, pues la saga se divide, de momento, en dos eras. La primera era comprende los tres primeros libros (El Imperio Final, El Pozo de la Ascensión y El Héroe de las Eras), y la segunda era comprende los tres libros restantes (de momento, reitero, pues la saga todavía no está completa).
El caso es que esta segunda era se sitúa muchos años después de la primera, hasta el punto que todos los sucesos de esa primera era, toda la historia de Vin, Kelsier y Elend, entre otros, no son más que historias, leyendas o incluso religiones que a lo largo de Aleación de Ley se nos van presentando poco a poco.
Esta historia nos presenta, junto a una nueva historia, nuevos personajes. Como protagonistas tenemos a un trío (Wax, Wayne y Marasi) que se ven envueltos en una serie de robos y secuestros. Más adelante hablaré un poco más de la trama (pero eso ya será en la parte con spoilers porque necesito contar algunas cosas que me han tenido saltando de mi asiento durante la lectura).
De momento, prefiero pasar a un tema relacionado con la novela. Yo terminé la primera era de Mistborn hace bastante poco, y realmente no sentía que quisiera ponerme con la segunda tan pronto, (quería haberme leído la trilogía de Cazadores de Sombras: los orígenes antes). Sin embargo, soy "seguidora" del contenido de Alexelcapo, y este en el Club de Lectura que estaba haciendo, había terminado de leer Mistborn e iban a empezar con esta segunda era y me dije, ¿por qué no?
El caso es que quise no seguir con esta era en su momento porque entraba en goodreads a leer comentarios y en otros blogs de reseñas y es que... no me gustaba el modo en el que lo estaban planteando. Me lo estaban vendiendo como un western, cuando, sinceramente, yo no he visto ese western. Sí, tiene pistolas y tiene una atmósfera muy de "pistolero solitario", pero es solo eso. Una atmósfera. Yo lo estaba leyendo y por un lado tenía en la mente una versión de protagonistas de un anime luchando con rifles contra criaturas sobrenaturales (no se tome esto de forma literal, es solo una comparación, no es que ahora Mistborn se haya convertido en un universo de vampiros y hombres lobos), en un universo steampunk, que si bien puede tener su lado western... Yo no se lo he visto.
Por otro lado, otra cosa que me aguó ligeramente el comienzo de la lectura es que no dejaba de leer apellidos y nombres y buscaba relacionarlos a toda costa con la primera era de Mistborn. Detenía mi lectura cuando aparecía un nombre nuevo y lo buscaba solo para saber si estaba de alguna forma emparentado con esos personajes que tanto había amado, con ello me comí algún que otro spoiler, pero tampoco es que yo tenga mucho problemas con ellos.
No fue hasta que mi cabeza hizo un *click* y cambió el chip (nada, no había pasado ni una décima parte del libro), que me dije que eso era una nueva historia y que tenía que conocer a estos nuevos personajes por lo que me iban contando en ese momento, y no por cosas ajenas que de momento no eran importantes para la novela. Fue en ese momento que tomé el libro y no pude parar de devorarlo.
Con todos estos preliminares, creo que es momento de empezar a hablar un poco de la trama. Aviso por ello que esta sección tiene SPOILERS
Una vez que dejé de llorar por Elend y comencé a conocer más a esos tres protagonistas que he mencionado al principio (todo un cambio después del grupo que Brandon había creado en la primera trilogía), empezó a gustarme más la novela.
Wax es un antiguo vigilante de los Áridos (una zona prácticamente sin ley -los vigilantes son los que ponen las leyes y se encargan de todo allí-, que se encuentra fuera de la ciudad), que se ve obligado a volver a la ciudad cuando su tío muere en un accidente y es el único que puede hacer frente a su Casa, que si bien tiene un gran renombre, debido a todos los años de antigüedad, en los últimos tiempos por culpa de su tío se ha visto casi llevada a la bancarrota.
Wayne es un compañero de Wax que llega a su hogar, ya en la Ciudad, buscando que le ayude en una serie de robos que se han visto por la Ciudad de cargamentos y secuestros de doncellas, todo sin pistas ninguna, salvo, una bala de aluminio, eficaz contra alománticos.
Y por último está Marasi. Una estudiante de lo que se podía llamar criminología en la universidad. Pertenece a la casa Harms, cuyo cabeza de familia está buscando un matrimonio entre su hija, Steris y Wax. Marasi es una hija ilegítima de este señor que es pasada por una primera de Steris. Se ve envuelta en todo ello, especialmente, cuando Steris es secuestrada en uno de esos robos-secuestro.
Pronto se nos da una dinámica entre Wax y Marasi. La admiración inicial que siente Marasi por una figura de la que ha leído tanto en su universidad, y que idolatra, pasa a ser un afecto hasta llegar a ser un interés amoroso (yo no diría tanto, porque es cierto que la historia pasa en apenas dos días de modo que no es un tiempo suficiente para que sea un amor de verdad, al menos, a mi modo de ver, sino más bien un amor platónico. Marasi ve en Wax cosas que ella desearía ser para ser mejor).
Al tiempo que Wax ve en Marasi determinadas características que le recuerdan a su antigua pareja fallecida en una misión (asesinada por él en un accidente, se podría decir).
Aun así, incluso yo, hubiera esperado que al final del libro, si bien no terminaran juntos, sí hubiera una especie de acercamiento que nos pusiera en la pista de un desarrollo de romance en los siguientes libros. Sin embargo, Brandon Sanderson nos da un Wax rechazando sutilmente a Marasi mientras acepta las indicaciones de Steris para formalizar más su matrimonio (el cual es todo una falsa que ambos saben, un negocio. Steris consigue una mejor posición para su familia y Wax consigue capital que necesita para que su casa vuelva a ser la que era).
No voy a decir nada de Steris. He leído sobre su personaje, sé porque actúa como actúa, pero que quiero mantener en lo dicho antes de no ver mi lectura alterada por información que obtenga de fuera. En el libro Steris solo tiene dos momentos bien definidos. Su presentación y su última aparición. El resto del libro es un personaje que sabemos que está, pero solo porque tiene que ser rescatada, de modo que yo, como lectora, no sé nada de ella, y, por supuesto, apenas la he visto relacionarse con Wax.
Acerca del tercer protagonista de esta novela, Wayne, debo confesar que me ha encantado. Es un tipo de personaje que sirve bastante a esta novela en todos los sentidos. No sólo es un alivio cómico, el cual a veces se ha agradecido, sino que también tiene un ingenio y una facilidad de adaptación a todo lo que le rodea, que te hace incluso conocer más acerca de Elendel, la ciudad donde se desarrolla casi toda esta novela. Sólo a través de los acentos que emplea te cuenta más de la sociedad que muchas partes de la historia. Además, ayuda también al resto de personajes a potenciarse, ya que es una persona que, como se le ha visto, atrae a las personas y es capaz de llevarlas hasta donde él quiere llevarlas, logrando que se conozca más a personas como a Marasi, quien es tan nueva para los lectores como para el propio Wayne.
Hablando del misterio, debo confesar que acerté solo una parte. No logré acertar el cómo hacían desvanecer los vagones (al tiempo que tampoco sé lo que hicieron en ese teatro que fue el cuarto robo, si mal no recuerdo), pero sí que el tío de Wax realmente no estaba muerto y que era el que estaba detrás de todo aquello. Lo cierto es que fui algo lenta, pues solo lo aprecié cuando Elegante hablaba con Miles (un vigilante que traicionó el código no escrito), su especial interés en Wax me levantó la sospecha que posteriormente se iba llenando con los datos que Wax sacaba de la biblioteca de su tío. Era demasiada coincidencia que casualmente hubiera libros de todo lo que Wax necesitaba. Podía ser una simple conveniencia del guion, pero recordé que esto era Brandon Sanderson y él no necesita de estas cosas.
Sobre los motivos de Miles, el villano de la historia, de realizar todo aquello... Lo cierto es que desde luego, parecen buenos motivos. La sociedad está corrompida por las altas esferas y hay que hacer un buen lavado. Es todo correcto, pero falla en una cosa: los secuestros de las damas. Poco se sabe de lo que harán con las damas secuestradas, las teorías dicen que van a usarlas para engendrar alománticos, presumiblemente para entrenarlos. Una persona que quiere limpiar la sociedad, no debería trabajar con un grupo de personas que van a forzar a mujeres en contra de su voluntad para engendrar futuros guerreros. Todo ello, reitero, si las suposiciones que tuvieron Wax, Wayne y Marasi son las correctas. Porque igual están equivocados.
Con todo ello, me ha parecido un buen comienzo de nueva saga, que me ha dejado queriendo saber más. Especialmente con ese epílogo. ¿Os acordáis cuando al comienzo de la entrada dije que todo iba bien cuando mi mente comprendió que esto era un libro distinto a la primera era de Mistborn? Pues bien agradezco que el momento que aparece un Inquisidor con sus ojos de Hierros y tatuajes y menciona a Brisa haya sido el final del libro, porque de otra manera, la mente me hubiera explotado.
No puedo decir mucho más, porque reitero, es el final del libro, pero vamos, la duda la tengo.
¡Nos leemos en la siguiente reseña!Reseñas de la Saga Mistborn
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