Libro: Ana, la de la Isla
Autora: Lucy Maud Montgomery (L. M. Montgomery)
Saga: Anne of Green Gables
Otras reseñas de la saga: -
"—Supongo que todo se debe a que no podemos perdonar a Redmond que no sea tan pequeño como la Academia de la Reina —dijo Ana, acudiendo a los restos de su antigua filosofía para cubrir su desnudez de espíritu—. Cuando la abandonamos conocíamos a todos y teníamos un lugar en la comunidad. Supongo que esperábamos subconscientemente reiniciar en Redmond nuestra vida en el mismo punto en que la dejamos en la Academia de la Reina; y ahora sentimos como si nos faltara apoyo bajo los pies. Me alegro que la señora Lynde y la señora Wright no sabrán jamás mi actual estado de ánimo. Disfrutarían diciendo: 'ya te lo dije', y estarían convencidas de que es el principio del fin, cuando en realidad no es más que el fin del principio".
Ana, la de la Isla nos mete en la época de universidad de Ana, en Redmond. Cuatro años en los que acompañamos a Ana en los primeros años de la madurez. Y en las tomas de decisiones de su vida, de cara al futuro que desea para ella.
Los problemas que se presentan en este volumen son aquellos relacionado a los deseos que tiene Ana para su futuro y lo que la gente espera de ella. Ana decide irse a estudiar fuera de Avonlea, y fuera de la isla, pese a que todo el mundo pone el grito en el cielo. Una mujer, huérfana, yendo a estudiar fuera, a la universidad, en lugar de buscar un marido con el que casarse... Claramente era algo descabellado, y por lo que criticaban a Ana.
Mientras ella estudia con otras tres chicas -dos de ellas que se nos han presentado en libros anteriores, y otra que se suma al elenco en este libro- que conforman el círculo de Ana en esta novela, encontramos que el resto de muchachas de Avonlea se están prometiendo y casándose. Mientras Ana quiere dedicarse a formarse, a ser una mujer independiente, ve que todas sus amigas están uniendo sus vidas y formando sus propias familias. Cosa que Ana sienta que cada vez más se está separando de esas chicas con las que ha crecido, incluida su queridísima Diana, quien, para el final del libro, se encuentra casada y con un niño.
No es que Ana tenga falta de pretendientes. A lo largo de la novela nos presentan seis situaciones en las que a la chica le piden matrimonio, y rechaza cinco de ellas por diversos motivos, aunque, si es cierto que con uno de esos pretendientes, Ana llegó a sentir que podría haber sucedido algo más, que podría haber llegado a algo más serio, pero... le faltaba esa complicidad que necesitaba para poder tener una vida feliz. Ana busca perseguir el ideal de amor que tenía cuando era niña, y no puede dejar de mirar a Diana como si hubiera renunciado a todo aquello que deseaba cuando eran pequeñas, para terminar viviendo una vida "corriente".
Por no hablar de que Ana no teme quedarse soltera. No es algo que le preocupe, si con ello puede vivir del modo en el que ella desea vivir. Y, en cierta manera, siento que esto es algo que ha desarrollado por haberse criado con Marilla, aunque no se deja dicho explícitamente. Pero Marilla ha sido una solterona, y Ana ha visto que Marilla puede ser una mujer tan capaz como cualquier otra. Marilla se ha desvivido por ella, y obviamente quiere que Ana sea feliz.
Además, encontramos también que en este libro Ana debe hacer frente a un par de muertes que marcan, de un modo u otro, su vida. Ya sea porque es la interrupción del camino de una joven que tenía toda la vida por delante, o porque es el final de una larga vida.
Encuentra cada vez más cómoda la vida de la ciudad, llegando a hacer que en determinados momentos Tejas Verdes y Avonlea se sientan pequeños para ella, deseando poder vivir en otra parte, deseando alejarse de aquel pasado que siente que ha cambiado y seguirá cambiando en el futuro; o, mejor dicho, mientras Ana es la que está cambiando, el resto de personas permanecen como estaban.
Como sucede en otros libros, a lo largo de esta nos introducen pequeñas minihistorias que terminan siendo resueltas de un modo u otro por Ana, y ayudando, de un modo indirecto, a que se forme el final que aparece en el libro.
A pesar de ser un libro con tantos años, no deseo dar spoilers, no quiero decir con quien termina Ana, aunque, claramente, se debe saber. He disfrutado muchísimo este libro, y me he encontrado llorando en múltiples ocasiones. Sólo ha habido un par de momentos, apenas dos momentos justos, que no me ha gustado lo que leía, pero estaba relacionado con el trato (o mejor dicho maltrato) a los animales, y soy de la opinión de que en este tipo de novelas es necesario tener en cuenta que era otro contexto diferente, escrito por una persona de otra época, de modo que no culpo ni a Ana, ni a la autora de los pensamientos que pudieran tener sobre determinadas problemáticas que hoy en día nos parecen tan habituales.
Como he dicho, fueron solo dos momentos muy puntuales que no siento ni que enturbiaran la lectura, pues al final de esta, lo confieso, solo los estoy mencionando porque me gusta tratar todos los aspectos.
Deseo seguir leyendo y saber qué más debo esperar de la vida de Ana y de la vida de Gilbert.
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