Libro: Take a Chance
Autora: Abbi Glines
Saga: Rosemary Beach #7
Subsaga: Chance #1
Otras reseñas de la autora: Saga Rosemary Beach
*Este libro contiene contenido sexual
Siento que cada vez que leo más en esta saga, encuentro más motivos para enfadarme con estos libros. Y no me gusta, porque soy una persona bastante obsesiva compulsiva con el tema de no abandonar ni libros ni sagas. De modo que me tengo que poner metas. Me puse la meta de que quería leer este libro porque aparece Grant y ya sabéis que era mi personaje favorito, y ahora tengo la meta de que el último libro es de Nan, el personaje antagonista en casi todos los libros que he leído hasta el momento, y quiero saber cómo se redime.
Diría que esta es una reseña sin spoilers, pero es que prácticamente todas las historias son un copy&paste: Chica "diferente a otras chicas" llega a Rosemary Beach. Conoce a chico -o coincide con chico-. Instalove. Nan se mete con la chica. Chico la defiende. Problemas familiares. Termina el libro con chica marchándose de Rosemary Beach con el corazón roto por culpa del chico. Todo adornado con una gran cantidad de sexo vacío y en situaciones muy extrañas.
Y claramente Take a Chance no es una excepción.
En este caso, la chica es Harlow, la hermana de Nan por parte de padre, el compañero de grupo del padre de Rush; y el chico es Grant, antiguo rollo de Nan y hermanastro de Rush (la madre de Rush y el padre de Grant estuvieron casados por un tiempo).
En esta historia, confieso, que me he saltado completamente las escenas de sexo, porque había algunas que eran más propia de una película/libro fetichista que de situaciones normales entre jóvenes mentalmente sanos. No digo que los muchachos tengan que tener sexo un sábado alterno al mes. Pero es que, en este libro, tenían sexo por extraños motivos y en extrañas situaciones: Acabas de salir del hospital tras enterarte de una noticia que te ha dejado asombrada y sin saber cómo reaccionar: Tengamos sexo en el coche de camino a casa; Acabas de descubrir que tu vida se ha ido al carajo por culpa de la prensa: Tengamos sexo con los paparazzis en la puerta de casa.
¿Qué nuevas problemáticas he encontrado en estos libros, además de la mencionada con el sexo? Bueno, dos problemáticas. La primera es la nula vida social que parecen tener las chicas una vez que se casan. Como todos los libros pasan en Rosemary Beach, sucede que aunque este libro sea de Grant y Harlow, de fondo encontramos a personajes como Blaire, Rush, Nate, Della o Woods. Ellos siguen su vida, mientras la historia de Grant y Harlow se desarrolla.
Sin embargo, parece que toda vida social, especialmente de ellas, una vez han terminado sus libros, se basan en estar con sus chicos. No hay salidas de chicas, no hay una comida de chicas, siempre que aparecen están junto a sus hombres, lo cual perpetúa la toxicidad en sus parejas que se lleva respirando desde el primero de los libros. Las chicas no pueden estar muy lejos de sus hombres porque estos se ponen cavernícolas y unga unga.
Es algo que sólo he podido notar en este libro, porque es ya la tercera saga. En la anterior sub-saga, la de Della y Woods, esto no se notaba tanto. A Blaire a veces se la veía sola, sin que Rush estuviera merodeando por ahí; pero ahora que tiene a Nate, su rol se ha visto relegado a ser madre y esposa. Ya está. Se acabó la vida social salvo por teléfono, que vivimos en el siglo XXI y no necesitamos ver a nuestros amigos face to face.
Mi segundo problema con estos libros viene con el propio Grant. No sé qué han hecho con Grant. Grant ha pasado de ser mi personaje favorito en el primero de los libros, apoyando incluso que Blaire debería mandar a paseo a Rush y quedarse con Grant, a tenerle un gran desagrado por su forma de actuar, tan egoísta, y sin preocuparse por la chica que supuestamente ama, cosa que se muestra mayormente al final, cuando el secreto de Harlow sale a la luz, y Grant en lugar de apoyarla y estar con ella, la desprecia y se comporta como un crío.
Motivo que propicia la marcha de Harlow de una manera mucho más abrupta de lo que debería haber sido si se hubiera comportado como un hombre adulto normal ante un problema.
A estas alturas no es una sorpresa que diga que sí, voy a continuar esta saga aunque solo sea por cabezonería. Los libros no son muy largos, por lo que para desconectar un poco y hacer que valore más los libros que siento que están mejor escritos para mí, siempre para mí. Porque hay una enorme cantidad de personas que adoran estos libros. Aun cuando no entiendo el motivo. Aunque ya he leído algunas reseñas y puedo asegurar que ya estoy segura que el siguiente libro me va a crispar bastante.
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